La Última Cena de Leonardo

La última cena de Leonardo da Vinci en Milán

Todo sobre La Última Cena de Leonardo da Vinci en Milán

El célebre mural de La Última Cena, ejecutado por Leonardo da Vinci en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie en Milán, constituye una de las obras más estudiadas y admiradas del arte occidental. Creada entre 1495 y 1498, esta pintura mural de 4.60 x 8.80 metros retrata el momento bíblico en que Cristo revela la traición de uno de sus apóstoles.

Lo que distingue esta representación es su enfoque psicológico revolucionario. Da Vinci no se limitó a ilustrar el evento, sino que exploró las reacciones emocionales individuales de cada apóstol. El maestro florentino logró un efecto teatral único, organizando a los doce discípulos en cuatro grupos triangulares que crean un dinamismo visual excepcional.

Un detalle fascinante es el uso de la "prospettiva aerea" (perspectiva atmosférica), donde Leonardo aplicó principios ópticos para crear profundidad mediante el difuminado progresivo de colores. La figura de Cristo actúa como punto de fuga central, mientras que las líneas arquitectónicas convergen hacia él, reforzando su importancia narrativa.

Leonardo introdujo innovaciones técnicas arriesgadas para su época. En lugar del fresco convencional, experimentó con una mezcla de temple y aceite sobre una base de carbonato cálcico, buscando mayor flexibilidad cromática. Esta decisión, aunque problemática para la conservación, le permitió lograr gradaciones tonales imposibles con la técnica tradicional.

La simbolía oculta en la obra es extraordinaria. Los gestos de las manos narran una historia paralela: Pedro empuña un cuchillo tras su espalda, presagiando su defensa de Jesús; Tomás levanta su dedo índice en señal de duda futura; Judas, identificable por sostener la bolsa de monedas, derrama la sal como presagio de desgracia.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el mural sobrevivió milagrosamente a los bombardeos que destruyeron parte del convento. Los sacos de arena protectores y la suerte preservaron esta obra maestra cuando las bombas aliadas cayeron a pocos metros de la pared que la alberga.

Hoy, tras múltiples restauraciones -la última completada en 1999-, La Última Cena continúa revelando secretos. Los análisis con tecnología moderna han descubierto bocetos preparatorios ocultos bajo la pintura final, confirmando el meticuloso proceso creativo de Leonardo y asegurando que esta obra maestra siga siendo objeto de estudio y admiración para las futuras generaciones.